Es difícil acostumbrarse nuevamente a estar en solitario por muy desastrosa, complicada o frágil que haya sido una relación. Porque, por lo menos yo, no soy alguien que muera por estar en pareja o que se sienta mal por no estar con más gente a mi alrededor, pero por una 'linda desgracia' de la vida, el 'amor' llegó a mi vida... Fui feliz, lo disfruté mucho, no fue algo que se diga maravilloso, pero desde mi perspectiva fue algo bueno (sólo me quedo con lo lindo que fue).
En fin, la cosa es que por mucho que odie admitirlo, me acostumbré a estar con esa persona rondando mis pensamientos. No miento al decir que hasta último momento fue complicado aprender cómo debía comportarme en pareja, pero me agradaba saber que había alguien ahí en quien descargar mi 'cariño acumulado' (?) de años y años...
Y ahora no está, se fue, terminé la relación porque honestamente no daba más, seguíamos más que nada por algo carnal y yo no soy de ese tipo de gente, soy más de ese algo sentimental, de ese algo donde la confianza es algo primordial.
Por último, puedo decir que mi corazón no alcanzó a romperse pero sí extraño su presencia, escuchar su voz, los cariños, los besos, etc... Y más que cualquier otra cosa, extraño inmensamente su compañía, porque aunque estemos rodeados de gente que nos quiera, cuando uno termina una relación, aunque haya sido corta, queda ese vacío que nadie puede llenar, que es diferente al resto de los afectos cotidianos. Y siento como cada día, por muy positiva que intente ser, tienen ese dejo amargo, tienen esa pequeña dosis de tristeza por su ausencia, y lo malo es que por ser como soy, me cuesta más volver a sentirme bien sola.
Y por mucho que me cueste, volveré a recuperar mi siempre fiel disfrute de Soledad.
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