Memorias Ilusorias

Ahí estaba, parada, mirando al frente, envuelta en una luz verde que ascendía desde el suelo y parecía acariciarme con su tibieza y frescor. Caminé hacia el frente, intentando no ceder al impulso magnético de voltearme a mirar las cosas que dejaba atrás y más que a cualquier cosa, de volver a lanzarme a tus brazos venenosos, a ese aroma acogedor y engañoso de recuerdos extintos. Quise irme lejos de tí, pero nuevamente aparecías como un alma en pena, atrayéndome con artimañas que no terminaba de comprender.

En un intento desesperado de alejarme de tu recuerdo, corrí con todo lo que pude y llegué a una puerta en medio de la nada, la abrí, miré con curiosidad el interior, entré y ésta se cerró a detrás de mi, avancé hasta adentrarme en lo profundo de aquel lugar y ahí me quedé intentando borrarte de mi memoria, intentándolo hasta el cansancio, entonces me dormí y desperté en la realidad.

Ya no estabas, no había nadie a mi alrededor, me sentí más sola que antes y deseé tenerte a mi lado, mas recordé todo, me hice la fuerte y otra vez me sumí en un sueño donde ya no había lugar para tí.

Y aún pienso que fuiste la única persona que supo quererme con sinceridad a pesar de todo lo malo que vino después.